martes, 2 de septiembre de 2008

exilio (hacia adentro)

Pues bien –ya que me permite darle consejo-
he de rogarle que renuncie a todo eso.

Está usted mirando hacia fuera, y precisamente esto es lo que ahora no debería hacer. Nadie le puede aconsejar ni ayudar.
Nadie...

No hay más que un solo remedio: adéntrese en sí mismo.


Rainer Maria Rilke

"Cartas a un joven poeta". Primera carta


Pero lo hecho, hecho está. Los instintos no tienen verguenza. Respirando ruidosamente, como si acabara de destrozar una casa, salí corriendo del edificio sin tan siquiera recoger mis cosas - igual que tú, Dag -, y aquella noche hice las maletas. En el avión, un día después, pensé nuevamente en Rilke:

"Sólo el individuo que vive en soledad es una criatura sujeta a leyes profundas, y si sale al empezar la mañana, o mira hacia la tarde que estávibrante de vida, y comprende lo que le rodea, entonces todo se desprende de él, como si de un cadáver se tratara, aunque siga en la plenitud de la vida"


Dos días después estaba de vuelta en Oregon, de vuelta en el Nuevo Mundo, respirando aires menos cargados, pero sabía que allí todavía me quedaba demasiada historia. Que necesitaba menos vida. Menos pasado.


Así que vine aquí, a respirar polvo y pasear a los perros; a mirar una piedra o un cacto y comprender que soy la primera persona que ve ese cacto o sea piedra. Y a tratar de leer la carta de mi interior.


Douglas Coupland
Generación X


* Imágenes: Road Story. Alberto Fuguet. Novelá Gráfica.

1 comentarios:

Ada (sin h) dijo...

No me parece que sea necesario escapar para poder estar en comunicación fluída con uno mismo

:)